Lógica de quiebre

por Carolina Biscayart

En TIERRA PROMETIDA, este mes nos adentramos en el universo de la poeta patagónica Ludmila Cabana Crozza que en 2022 publicó su primer poemario Muérdago, con Las Guachas editorial.


Ilustración: Pablo Picasso - Cabeza de hombre (1913). Óleo sobre lienzo. 65 x 46 cm. Museo Nacional Thyssen-Bornemisza

Mayo 2023

La creencia forja la poesía, rompe las lógicas para acercarse a toda humanidad no dicha. Nadie puede poner en discusión la subjetividad, la mirada única de cada quien. La poesía salva ese espacio inmenso siempre amenazado por lo que es enunciado como realidad. Laura Yasán dice: “creo en lo que se mueve detrás de la aspereza/en la instancia agotada de una promesa rota”. Ludmila Cabana Crozza también se deja llevar por ese verbo personalísimo cuando expresa sobre unas palabras que no encuentra “creo/haberlas visto/ creo/haber bebido mi propia sangre en su búsqueda”. Sin debates de verdad o posverdad la poesía afirma, y preserva la identidad de quien escribe en esa afirmación; así, mientras Laura deja su impronta cuando enuncia: “hay que saber llegar hasta la orilla sin mojarse los pies/ cruzar una ciudad en donde el agua es negra/y negra es la saliva de los perros” Ludmila se arroja, se afirma al decir: “no reza a la existencia este poema no sabe quién fue Baudelaire/no canta a los amaneceres ni puede describir qué cosa es un jardín”. La poesía no busca aquello que se encuentra en todas partes, es alimento para un nuevo significado, se escapa de los temas, de las definiciones, abre la puerta hacia los ecos de quien lee, para que resonante encuentre un abrazo. ¿Tiene sentido saber por qué Laura dijo: “cargo en mi cuerpo una mujer inválida que baila cuando duerme/trenza el cabello blanco de la muerte para ganarse su favor/como una novia ciega que deba conformarse/con la corta memoria de sus dedos/despierta cuando miente”? o ¿cuál era la intención de Ludmila al escribir “soy piedra de fondo arráncame/ deja mi huella y tírame lejos no ves?/que no puedo ser más que arena que no puedo/(…) el muérdago te curará/de mi amor”?

La poesía resiste a las formas, se entrega a lo propio intangible y así acaso, colectivo. Tiene una fuerza arrolladora porque es poco adjetivable, más allá de que quizás ser cierto lo que Ludmila Cabana Crozza expresa: “la poesía no sirve para nada y/esa es nuestra bendición pagana”. Les invito a leerla.



De “Muérdago”

PÁJAROS ALETEANDO ADENTRO

Hay unas palabras que no encuentro
son sobre origen empiezan en
ombligo claro
no sé dónde o cómo
pero
sí se
han perdido
las recuerdo como fondo de aljibe redondas y silvestres
estaban en el filo de un vaso roto también
creo
haberlas visto creo
haber bebido mi propia sangre en su búsqueda
de piel eran
unas palabras sangraban
lo bello ay, es un eco después
pájaros aleteando adentro
lo agitan todo.

DE AGUA DULCE UN HOMBRE
las olas en su altura
la luna llamando la sal adelante
atrás
algunas noches el viento marino azotaba aberturas y aves verdes gritaban por el aire
mi madre no recuerda el mar
el padre de mi padre era de un río a él adiós
de Agua dulce un hombre
puede morir
su nombre empaña
tal vez sea de ahí la ausencia de equilibrio
tal vez sea de sol la ruina
o espejo roído donde mirar
cómo eran los días desde el mar aunque desierto le llamen.

CON MIS GRANDES OJOS NEGROS
La órbita de un río sigue me dijo
después pensó en algo pero
no dijo
y yo quise
que me dijera más cosas como esa quise
no entenderle nada quise
quedarme en su recuerdo apenas
porque ya era mío el instante ya era habitante el momento en que
un ordenamiento de palabras le daba sentido al mundo entonces
lo hechicé
con mis grandes ojos negros pues
hablar era la cosa más estéril una pregunta la vida
una respuesta la noche
de pronto un grano de arena es todo el mar
y no puedo dejar de mirar
cómo se sigue
la órbita de un río vacío.

SOY PIEDRA DE FONDO
soy piedra de fondo arráncame
deja mi huella y tírame lejos no ves?
que no puedo ser más que arena que no puedo

busca esta piedra tírala lejos
el muérdago te curará
de mi amor te lo
prometo, mío,
te lo
prohíbo.


DE VAIVÉN
el poema que no elijo
duerme en el final de una
página en blanco plegada
hasta desaparecer

el poema que no elijo
tiene forma de cáscara de fruta
de final
de vaivén
de hamaca
es parecido a
la caricia en el lomo de un gato dinosaurio

el poema que no elijo
tiene filo y cuidado

dice que puede cortarte la boca

no reza a la existencia este poema
no sabe quién fue Baudelaire
no canta a los amaneceres ni puede describir
qué cosa es un jardín.

el poema que no elijo es mío y no existe aún
porque fue tuyo antes

nacerá en
el momento exacto
vendrá al mundo en ese
segundo cuando
se pueda escribir
con el humo
de la bala que lo mate.



De “Transversal: Antología de poesía contemporánea de Río Negro”

Elicurada

Te habito aunque no existas
mundo
he aprendido a moverme en relación a mi lugar
de inutilidad feliz
las palabras
orbito ante cuerpos azules
que anhelan como yo
tejer entre los dedos el canto de los pájaros.
La ternura nos hilvana y sabernos
hace del amor una profecía no
artificial porque
la poesía no sirve para nada y
esa es nuestra bendición pagana.




Inéditos

Me habitan tantas ay/que a veces yo/ no sé en cuál salgo
y cómo se hace para escribir de amor
una amiga poeta decía eso no
no
eso no es amor
pero y cómo
se hace me
pregunto mientras escarbo con
los dedos un agua de invierno
mientras pruebo cristales de sal con el principio de mi saliva
mientras adivino
quién se esconde detrás de la luz de una ventana

Me habitan tantas ay/que a veces yo/ no sé en cuál salgo
tontamente puede decirse sin adverbiar nada
puede decirse como
yo
como vos y yo
puede ser una hoja entre miles una sola
tonto amor ve la hoja
que en el segundo siguiente será una más
pero qué instante
qué ritmo de caer
qué movimiento para morir
qué estela imprime un vaivén
la hoja que anuncia
es el amor
y no puede no
debe
escribir(se)
jamás

Me habitan tantas ay/que a veces yo/ no sé en cuál salgo
Qué me decís, río, no te escucho
qué es ese ruido
río
este vaivén
adónde vas
río
te busco
por qué no parás
te sigo
río
llevame
es tu latido
río?
soy tu sangre
río?
sos mío?
río
sos tuyo
y tu movimiento
la ofrenda
el sentido
días de dios
el futuro tiene forma de mar
decís
ahí vamos pues
cabalgando sin montura
tu fuerza animal
mi río

Me habitan tantas ay/que a veces yo/ no sé en cuál salgo
un fruto colgando de árbol
sí. mamá abajo, papá arriba, decís
y creo
que siguieron
viéndome
ahora
lo sé
un fruto se queda en el árbol si nadie lo saca
no hay cosecha hace años
no se saca el fruto se queda
y apedreado como la municipalidad de los 90
picoteado como la noche de helada llena de estrellas
agujereado por los cristales que ya nadie para
me voy a soltar, decís
voy a irme con una ráfaga
en el medio de la chacra
voy a pudrirme al sol y a la lluvia
no creo, sí,
siguieron
viéndome
estoy seguro
ahora lo sé.

Me habitan tantas ay/que a veces yo/ no sé en cuál salgo
y es algo inevitable
me agazapo me agazapo
entre la pared y el mueble quepo perfecta
estoy ahí todas las extremidades flexionadas
permanezco
escucho igual aunque no quiera
escucho sin cesar
me agazapo y escucho
estar bajo el agua
ruido es menos imposible no estirar
pero ahora me acurruco y aturdida
escupo esta bola esta maraña este
estropajo
Que dónde voy? No ves? Que dónde estoy?
no oís?
me fui hace mucho
volví hace más
cocino alivio en burbujas de zapallo
recorto tu voz
para asar cosas
quemar es a veces la única tarea
respiro y quemo
arena negra
preparo las brasas
toco la carne la corto la admiro
tan agazapada y señora
a veces también
me puedo

Me habitan tantas ay/que a veces yo/ no sé en cuál salgo
hasta el humo de
dejame
dejame acá
dejame
así
quemé las muñecas si vieras
su piel derretida
sus manitos
la puntilla achicharrada
Que dónde voy? No ves? Qué dónde estoy?
no oís?
me puedo
dejame
dejame acá
dejame
así
agazaparse es inevitable
porque

Me habitan tantas ay/que a veces yo/ no sé en cuál salgo




Ludmila Cabana Crozza.

Nació en General Roca-Fiske Menuco, provincia de Río Negro en 1985. Vive actualmente en esa ciudad. Es profesora en Letras y escribe poesía y narrativa. Da clases en el Instituto de Formación Docente Continua, en la facultad de Lenguas de la Universidad Nacional del Comahue y en el Instituto Universitario Patagónico de Artes. Fue incluida en las antologías de poesía y de narrativa: Flotar. 100 poemas sobre ríos. 100 poetas argentinxs; Por Senderos no pisados. Antología de joven poesía rionegrina; Transversal. Poesía contemporánea de Río Negro y 18 crónicas patagónicas. Publicó su primer poemario Muérdago en 2022 con Las Guachas editorial.